Existen dos tipos básicos de motor de combustión con el hidrógeno. El primero y más importante es el motor de
combustión de hidrógeno de cuatro tiempos, y el segundo se trata del motor Wankel.
Motor Wankel
Este motor es una innovación y se debe a la
configuración de este motor, el cual minimiza las dificultades de
combustión que se dan en otros tipos de motores. El motor rotativo no
suele dar problemas de autoencendido.
En el motor Wankel es posible el aprovechamiento de la alta
temperatura de ignición del hidrógeno. Se está investigando la
posibilidad de incluir agua pulverizada en la mezcla de entrada, la cual
se evapora al quemarse el hidrógeno llegando a ejercer presiones muy
altas de forma elástica, a diferencia de lo que ocurre en el pistón, en
el cual se da una detonación.
Otra ventaja más de este motor radica en su relación potencia/peso, este motor desarrolla una alta potencia en comparación con su tamaño lo que permite tener un sistema motriz de alta potencia sin emisiones y de reducido tamaño.
No obstante, el motor Wankel no está libre de defectos pues presenta un problema en lo que a lubricación se refiere. El aceite empleado en la lubricación de los sellos se encuentra en contacto con la mezcla de combustible y aire, con lo que, al producirse la combustión, no sólo se quemará el hidrógeno sino que además lo hará el aceite.
En realidad este hecho constituye dos problemas, el primero es la desaparición del lubricante con lo que el consumo del mismo aumentará, mientras que el segundo afectará a las emisiones del motor. El aceite, al ser quemado, producirá CO2. Lo cual ha provocado que los automóviles con motor rotativo no lleguen a ser considerados de emisión cero.
Otra ventaja más de este motor radica en su relación potencia/peso, este motor desarrolla una alta potencia en comparación con su tamaño lo que permite tener un sistema motriz de alta potencia sin emisiones y de reducido tamaño.
No obstante, el motor Wankel no está libre de defectos pues presenta un problema en lo que a lubricación se refiere. El aceite empleado en la lubricación de los sellos se encuentra en contacto con la mezcla de combustible y aire, con lo que, al producirse la combustión, no sólo se quemará el hidrógeno sino que además lo hará el aceite.
En realidad este hecho constituye dos problemas, el primero es la desaparición del lubricante con lo que el consumo del mismo aumentará, mientras que el segundo afectará a las emisiones del motor. El aceite, al ser quemado, producirá CO2. Lo cual ha provocado que los automóviles con motor rotativo no lleguen a ser considerados de emisión cero.
Motor de cuatro tiempos
El
diseño de este motor es básicamente el mismo que el de un motor a
gasolina, es decir, un motor que sigue el ciclo Otto, con sus pistones,
válvulas y demás sistemas. Esta clase de motores permiten aprovechar las
especiales características que presenta el hidrógeno como combustible, a
saber: – Alta velocidad de llama en flujo laminar. – Alto número de
octanos efectivo – Ninguna toxicidad y no llega a formar ozono. Por esto,
con un adecuado diseño podemos conseguir un motor con un rendimiento
energético mayor que el equivalente en gasolina y totalmente ecológico. La alta
velocidad de llama en flujo laminar contribuye a la reducción de las
emisiones de NOx, pues es posible emplear dosados muy bajos, tan bajos
que han llegado al 0,2.
Gracias a esta posibilidad se puede aumentar también el rendimiento. Con todo esto se han conseguido aumentos del rendimiento del 25-30% con respecto a los motores equivalentes en gasolina.
MOTOR DE 4 TIEMPOS
Gracias a esta posibilidad se puede aumentar también el rendimiento. Con todo esto se han conseguido aumentos del rendimiento del 25-30% con respecto a los motores equivalentes en gasolina.
MOTOR DE 4 TIEMPOS
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